miércoles, 13 de marzo de 2013

Del egoísmo al altruismo, la lección de Green Arrow

Hoy nos vamos a aproximar al personaje de Green Arrow, y con él, a los acontecimientos que dentro del universo de DC, hacen que Oliver Queen se acabe convirtiendo en el superhéroe conocido como Green Arrow. Esos acontecimientos nos van a permitir acercarnos a la cuestión de si pueden existir comportamientos genuinamente altruistas.

Oliver Queen es un niño rico mal criado, su única preocupación es él mismo, podemos decir, que en buena medida es la quinta esencia del egoísmo. Pero todo esto va a cambiar tras un accidente que sufre en alta mar. La línea argumental que vamos a seguir es la que se cuenta en  Green Arrow Año Uno(1).

Según se cuenta, Oliver Queen está en su yate en un viaje de placer. Pero dicho viaje es una tapadera que están usando los allegados de Oliver Queen para hacer turbios negocios con la droga. Llega un momento donde Oliver es un estorbo, ya que va a ser testigo de lo que están haciendo, momento en el cual deciden eliminarle. Tras un forcejeo Oliver acaba cayendo por la borda y todos le dan por muerto. Obviamente ese no es el caso y Oliver acaba llegando a una isla que en principio parece desierta. Una vez en la isla, comienza una carrera por la supervivencia, pronto se fabrica un arco como arma y empieza a sobrevivir como buenamente puede. Con el paso del tiempo, acaba descubriendo que quienes le traicionaron están en la isla haciendo negocios como traficantes de drogas, sus ansias de venganza le pueden y decide cazar a sus enemigos. Pero no todo sale a pedir de boca y durante la lucha Oliver resulta mal herido.

Cuando Oliver recupera el conocimiento se encuentra que ha estado siendo atendido por una mujer autóctona de la isla. La mujer le ha estado cuidando sin esperar nada a cambio. Al ayudar a Oliver ha estado arriesgando su propia vida, ya que en realidad es una esclava que trabaja para los traficantes. Si estos descubren que está ayudando a Oliver, a buen seguro, que darían buena cuenta de ella. Este hecho va a influir en Oliver de forma irreversible. Oliver es el objetivo de la empatía y altruismo de esa buena mujer. Cuando Oliver se recupera, descubre que sus enemigos han estado esclavizando a los habitantes de la isla para usarlos en sus turbios negocios. Oliver decide poner fin a todo ello y se enfrenta armado con su arco a los traficantes, ni que decir tiene, que esta vez, consigue salir airoso de la situación. Tras estos eventos Oliver decide que va a regresar a su ciudad para ayudar a la gente, decide convertirse en una versión moderna de Robin Hood, Green Arrow, para así combatir la corrupción y el crimen que está asolando su ciudad. Al final de la trama de Green Arrow Año uno, Oliver reconoce que esto es lo que le faltaba para sentirse pleno, dedicarse a ayudar a los demás, protegerles del crimen y la corrupción es lo que da sentido a su vida.

El personaje de Green Arrow ha sido llevado recientemente a la pequeña pantalla en una serie de la cadena norteamericana The CW(2), es una adaptación ciertamente interesante del personaje. La serie no para de arrojar, a lo largo de sus distintos capítulos, multitud de temas filosóficos. Si podéis, darle un vistazo, es más que probable que os guste.

Volvamos a lo que nos cuenta la historia de los inicios de Green Arrow. Lo que se nos presenta en dicha historia es la dicotomía entre el altruismo y el egoísmo. El término altruismo fue acuñado originalmente por Auguste Comte allá en el año 1853. Para acercarnos al significado del altruismo lo mejor es hacerlo mediante su contrario, el egoísmo, veamos como lo explica el filósofo A.C. Grayling(3):

"La cualidad moral del altruismo puede captarse a través de la comparación con su opuesto, a saber, el egoísmo, entendido como la tendencia consciente o no a anteponer los propios intereses a los de los demás. Es fácil imaginar que el rango tanto del altruismo como del egoísmo va desde el menor al mayor ejercicio de ambos, pero es este último el que más destaca claramente el carácter esencial de ambos. Así el sacrificio de un soldado que salva al vida a sus camaradas, o el hecho de causar graves daños a otros a fin de obtener un beneficio para sí, constituyen casos paradigmáticos de cada una de estas posturas"



La cuestión de fondo es, ¿existe el altruismo? Es decir, ¿puede darse un comportamiento genuinamente altruista? No falta quien defiende que esto es imposible, según esa corriente de pensamiento todo comportamiento altruista en realidad no lo es, ya que este descansa en un motivo egoísta. Por ejemplo, alguien que ayuda a los demás porque eso le hace sentir bien, en realidad, no está siendo altruista, su motivación es egoísta y, por lo tanto, un comportamiento que parece altruista en última instancia no lo sería. En principio, no parece descabellado pensar que algunos de los comportamientos que consideramos altruistas en última instancia estén motivados por fines egoístas, pero de ahí no se sigue que los comportamientos genuinamente altruistas no existan. También podemos plantearnos la cuestión contraria ¿sería posible que un comportamiento egoísta estuviera motivado por un motivo altruista? Veamos el experimento mental que nos propone el filósofo Daniel Dennet(4):

"Imagina un mundo en el que solo hubiera una persona altruista y todas las demás fueran egoístas. El altruista y uno de los egoístas se encuentran atrapados en una isla con un bote de remos en el que solo cabe una persona. ¿Qué haría el altruista? ¿Debería ofrecerse voluntario para morir en la isla, o sería más altruista irse en el bote, dejando que el egoísta se las arreglara solo, para poder ayuda a unas cuantas personas egoístas en tierra firme? Un altruista no tiene por qué sacrificarse estúpidamente a cambio de nada, pero ¿hasta dónde puede llegar un altruista en la explotación de otros para alcanzar sus propios fines altruistas?"



Os dejo que le deis vueltas por vosotros mismos a la cuestión que nos plantea Dennet. Mientras tanto, volvamos a la cuestión planteada más arriba ¿puede existir el altruismo genuino? Para ello nos vamos a acercar a las investigaciones de Daniel Batson(5), para él la fuente del altruismo es la empatía, la idea central es que el altruismo es a menudo el resultado de una respuesta emocional a la aflicción de otra persona. La idea de que la empatía conduce al altruismo se la conoce como la hipótesis de la empatía-altruismo. Lo primero que hay que clarificar es que no se trata de que siempre que alguien sienta empatía eso va a conllevar un comportamiento altruista, más bien, lo que sostiene esta hipótesis es, que las personas que sienten empatía, tienen una mayor tendencia a ayudar a aquellos que les evocan ese sentimiento, que las personas que no sienten empatía. Dicho de otro modo, de ser cierto lo que propone Batson, lo que cabría esperar es que las personas que sienten empatía es más probable que ayuden a otros que aquellas personas que no sienten empatía, y cuanto más fuerte sea la empatía, mayor será la tendencia a desarrollar un comportamiento altruista.

Puede que la empatía conlleve el desarrollo de comportamientos genuinamente altruistas, pero esto no tiene porque ser así, puede que existan caminos egotistas que conducen de la empatía al comportamiento altruista, si esto fuera así, se pondría en entredicho la existencia de comportamientos genuinamente altruistas. Batson ha desarrollado una serie de experimentos para poder comparar su hipótesis empatía-altruismo con otras explicaciones de motivaciones egoístas del comportamiento altruista.

Una de las alternativas a la hipótesis de Batson es la hipótesis del castigo social. Según este punto de vista la gente se involucra en comportamientos altruistas por miedo a que, de no hacerlo, sean castigados, o se hable mal de ellos, o de una u otra manera su negativa a tener ese comportamiento, acabe siendo castigado de alguna forma por la sociedad en al que viven. Según este modelo, si la posibilidad de ser castigado de alguna manera es baja, entonces, las personas tenderán a desarrollar pocos comportamientos altruistas, mientras que si la posibilidad de ser castigados es alta, entonces los comportamientos altruistas se desarrollarán de forma proporcional a la empatía que sientan esas personas, a mayor empatía, mayor comportamiento altruista. En cambio, si Batson está en  lo cierto  y puede existir el altruismo genuino basado en la empatía, entonces la posibilidad de ser castigado no debería influir en el resultado del comportamiento altruista, y este se desarrollaría en función de la empatía. A poca empatía poco altruismo, a mayor empatía mayor altruismo. Los resultados de los experimentos desarrollados por Batson no dejan lugar a dudas. La hipótesis del castigo social no supera los experimentos, dicho de otra manera, esa hipótesis que sostiene que hay un motivo egoísta, en concreto el evitar el castigo social, no es cierta. Los experimentos la desmiente, así pues, la puerta a la existencia de un altruismo genuino sigue estando abierta.

Batson también ha sometido a experimento otra de las hipótesis rivales a su idea. En esta ocasión, la hipótesis examinada consiste en afirmar que el ser testigo del sufrimiento de otra persona es una experiencia que hace sufrir al observador, esa experiencia, lleva a la empatía que en última instancia conllevaría un comportamiento altruista, la empatía surgiría como un motor para que el observador dejara de sufrir. Observamos que el motivo no es ayudar a la otra persona, sino eludir o disminuir el sufrimiento que causa  el observar el sufrimiento de esa persona, es decir, es un claro ejemplo de una hipótesis que sostiene que es un motivo egoísta el que conduce a un comportamiento altruista, por lo tanto, estamos ante un comportamiento que en última instancia tampoco sería genuinamente altruista. Batson plantea el experimento con las siguientes premisas; para reducir el sufrimiento, el observador solo tiene dos opciones, o bien ayudar a la persona que está sufriendo o simplemente irse, en cualquiera de los dos casos se consigue eliminar el sufrimiento del observador. En el caso de la tesis de la motivación egoísta, si eludir la situación es fácil entonces es de esperar que los sujetos tiendan a eludir la situación, en cambio, si es difícil o costoso, es de esperar que acaben ayudando a la persona que lo necesita. Por otro lado, bajo la premisa del altruismo genuino, sería de esperar que las personas ayudaran al sujeto que lo necesita de forma independiente a lo difícil o fácil que sea eludir la situación. Los resultados de los experimentos concuerdan una vez más con la tesis del altruismo genuino y ponen en entredicho la tesis de la motivación egoísta. Tras toda esta serie de experimentos Batson concluye(5):
"Estudio tras estudio, sin excepciones, encontramos resultados que confirman el patrón de comportamiento predicho por la hipótesis de empatía-altruismo, la hipótesis de que emociones de empatía producen comportamientos altruistas. Hasta ahora no hay una explicación egoísta para los resultados de estos estudios... Pendientes  de nuevas pruebas o de que aparezca una nueva explicación egoísta que resulte plausible bajo la luz de la pruebas existentes, la hipótesis empatía-altruismo, aunque improbable, parece ser correcta."

No obstante, la situación no está tan clara como propone Batson. En el segundo caso de los aquí examinados, Batson asume que para eludir el sufrimiento que causa el ver a la persona doliente, el observador puede o ayudar o irse,  pero como han señalado sus críticos, el acto de irse no tiene porque acabar con el sufrimiento que conlleva presenciar la escena. Imaginemos que es la madre del observador la que está sufriendo, es difícil creer que el mero hecho de irse sin ayudar a su madre haga que el sufrimiento del observador desaparezca, es más que probable que no sea así. Al introducir estas consideraciones en el estudio de Batson, resulta que el modelo egoísta, esto es, el que afirma que el comportamiento altruista está motivado en última instancia por el egoísmo de reducir el sufrimiento propio,  explica igual de bien los resultados que la hipótesis de empatía-altruismo, así pues, como vemos, el tema no está del todo cerrado. Será cuestión de tiempo, que los experimentos realizados por Batson & cia, se puedan perfeccionar para que ayuden a distinguir entre las distintas hipótesis. No obstante, algo sí parece estar claro, y es que, el comportamiento genuinamente altruista no es tan fácilmente descartable como algunos piensan, el ser humano no tiene por qué ser completamente egoísta.

Volvamos con Oliver Queen, ¿es genuinamente altruista o no? Al final del arco argumental de Año Uno, como ya he mencionado, Oliver encuentra que el altruismo da sentido a su vida, podríamos concluir que hizo un acto completamente altruista al ayudar a los habitantes de la isla, y después ha continuado siéndolo  por razones egoístas. Estas razones serían que ese comportamiento le hace sentirse realizado. Ahora bien, los seres humanos no somos mono-emocionales, es decir, experimentamos varias emociones al mismo tiempo. Sería de esperar que si Oliver Queen continua siendo egoísta, entonces buscara aquellos comportamientos que en conjunto le hacen sentir bien. Cuando leemos el resto de aventuras de Oliver nos encontramos con que no para de sufrir, no solo su lucha contra el crimen le reporta dolores físicos, sino también emocionales, en el volumen número dos vemos como su pareja es brutalmente torturada, algo que le hace sufrir, y mucho, a Oliver, al mismo tiempo vemos como su vida de justiciero es un impedimento para tener hijos, algo que el desea con todas sus ganas. Así pues, ¿cómo es posible que un egoísta elija un estilo de vida y un comportamiento que le reporta mayor sufrimiento que placer? La respuesta parece obvia, lo que sucedió en esa isla cambio a Oliver Queen para siempre. La experiencia de supervivencia, junto con ser el objeto de un altruismo genuino por parte de una de los habitantes de la isla, le marcó de  forma irreversible. Oliver Queen dejó de ser el paradigma del egoísmo para convertirse en el ejemplo del altruismo auténtico. En la isla murió Oliver Queen el egoísta y nació Green Arrow el altruista, esa es la lección de la historia de Oliver Queen.



Para pensar más:
(1) - Green Arrow Año Uno
(2) - Arrow serie de la cadena CW
(3) - Grayling, A.C. El poder de las ideas. Año 2010. Ariel. Barcelona.
(4) - Egoísmo. Filosofía Hoy nº12
(5) - Moral Psychology: Empirical Approaches en Standford Encyclopedia of Philosophy

4 comentarios:

  1. En el tercer párrafo se le coló un insolente "turvios" que afea un texto tan interesante (en el siguiente párrafo ya está escrito correctamente).



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  2. Una historia muy parecida a la de Spartacus. La traición de los romanos lo llevaron a luchar por la libertad de todos los esclavos.
    El impulso egoísta de vengarse lo llevo a luchar por la libertad de los demas.

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  3. ¡Buenas!
    Yo creo que estoy de acuerdo en que,aunque ese algo que hagamos sea algo bueno para la otra persona hay algo egoísta en nosotros que lo hace realizarlo,algún beneficio o placer que interviene a la hora de ayudar desinteresadamente a alguien.Quizás este tema también podría plantearse con la aparición de Helena en este capítulo del Jueves pasado,pues por un lado el parece ayudarle de manera desinteresada,pero a la misma vez admite que está enamorado de ella así que por otra parte lo haría para ser correspondido,bueno,si me permites yo también os la recomiendo en Antena 3 los jueves por la noche,seguro que os gustará.
    ¡Un saludo!

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