miércoles, 13 de febrero de 2013

¿Convertirse en el Capitán América? Una cuestión kantiana

El Capitán América es uno de los iconos por antonomasia del mundo del cómic, pero como ya he comentado en alguna otra ocasión(1), en realidad, Steve Rogers que es quien se oculta tras la máscara del Capitán, ya era un héroe antes de que se sometiera a la Operación Renacimiento. Dicha operación era un proyecto del ejercito de EEUU para crear una raza de supersoldados.

La creación del supersoldado consistía en inyectar un suero especial en el voluntario. Dicho suero mejoraría a la persona hasta el máximo posible, pero no solo físicamente, también mentalmente, es decir, no solo el supersoldado sería un portento físico inigualable,  además estaría dotado de una gran inteligencia. La cuestión que surge es ¿a quién elegir para someterle al tratamiento? Si vamos a crear un ser humano con semejantes capacidades ¿no deberíamos elegir a alguien especial? ¿Alguien cuya integridad y ética nos permitiera estar seguros de que no va a usar sus nuevos poderes para hacer el mal? Ahí es exactamente donde entra Steve Rogers, y no lo hace solo, sino que lo hace de la mano de ni más ni menos que Immanuel Kant.

Para acercarnos al sistema ético que parece manejar Steve Rogers, podemos recurrir a la película “Capitán América. El primer vengador”(2). Para evitar destripar la película a aquellos que aún no la hayan visto, vamos a recurrir al trailer con el que se promocionó. Atentos a la breve conversación que hay entre Bucky y Steve Rogers antes de convertirse en el Capitán América:


En la frase que quiero que nos fijemos es la que usa Steve para convencer a Bucky de por qué tiene que intentar alistarse en el ejercito. Para mayor claridad, repetimos el breve diálogo:
Bucky: ¿De verdad vas a hacerlo?
Steve: Hay hombres que están dando su vida, no tengo derecho a hacer menos que ellos.
Steve argumenta que no tiene derecho a hacer menos que aquellos que ya están arriesgando y dando sus vidas en el frente. Dicho de otro modo, si no tiene derecho a actuar de otro modo es porque está obligado a realizar un determinado curso de acción, en este caso, alistarse para ir al frente, o lo que es lo mismo Steve tiene un sentimiento del deber, y esto es lo que le empuja a actuar así y no de otra manera. Si Kant hubiera presenciado esa breve conversación, a buen seguro que concluiría que Steve está actuando de forma moral.

Para el filósofo de Königsberg los actos son morales si surgen de un sentimiento del deber, de no ser así, dichos actos no serían morales. Por ejemplo, si alguien es honrado por interés propio, a los ojos de Kant no sería virtuoso, no estaría actuando de una forma ética. Otro ejemplo, si alguien da limosna empujado por la caridad o la benevolencia, entonces, a los ojos de Kant, tampoco se estaría actuando de una forma moral. Es el deber y solo el deber lo que para Kant es importante a la hora de considerar si los actos son morales o no, por lo tanto no es de extrañar que Steve Rogers fuera una persona moral a los ojos del filósofo alemán.

El principal pilar de la ética kantiana, además de que la acción debe estar estimulada por el deber, es el concepto de imperativo categórico. Para acercarnos a este concepto vamos a seguir los mismos pasos que dió el propio Kant para explicarlo, por lo tanto, vamos a hablar primero de lo que es un imperativo hipotético.

Un imperativo hipotético es un imperativo, es decir, un mandato. Pero este mandato depende de lo que se quiere conseguir, por ejemplo “si quiero una sociedad justa, no tengo que cometer delitos”, este imperativo no es de obligado cumplimiento para todos, ya que aquellos que no quieran una sociedad justa, no tienen por qué cumplir con este imperativo hipotético.

En cambio el imperativo categórico no depende de las consecuencias, es un mandato que conlleva una obligación absoluta, es decir, es completamente objetivo y todo el mundo debería acatarlo. Para Kant la fuente de la moral debía ser la razón y no la autoridad divina, esta última postura de la justificación divina ha estado ampliamente extendida a lo largo de toda la historia. Así pues, basándonos en la razón, ¿cómo podemos saber si estamos ante un imperativo categórico o no? Veamos cómo lo explicó el propio Kant(3):
Si pienso en un imperativo categórico, sé enseguida lo que contiene. Pues como imperativo contiene, además de la ley, solo la necesidad de que la máxima esté de acuerdo con esta ley, pero la ley no contiene ninguna condición que la limite, no queda nada más que la generalidad de una ley general, a la que ha de conformarse la máxima de las acciones, y que al conformarse, solo presenta el imperativo necesario. Por tanto, el imperativo categórico es singular y de hecho, es este: Actúa solo conforme a una máxima que puedas al mismo tiempo desear se convierta en ley general. O: Actúa como si la máxima de tu acción fuera a convertirse por tu voluntad en una ley natural general.

Por lo tanto para saber si estamos actuando bajo un imperativo categórico debemos plantearnos la cuestión de si las acciones que llevamos a cabo desearíamos que se convirtieran en una ley general. Volviendo al caso que nos ocupa, ¿se ajusta la postura de Steve a un imperativo categórico? Parece ser que sí, si todo el mundo hubiera optado por la postura de Steve de combatir a Hitler, entonces, nadie hubiera apoyado al dictador y por lo tanto ni siquiera habría habido una guerra. Steve Rogers, el futuro Capitán América, se nos presenta como un modelo perfecto de ética kantiana.

En principio no suena mal este modelo ético, pero como todos los demás, no está exento de críticas, veamos algunas de ellas(3),(4).

Por un lado hay que fijarse en que este sistema ético no presta ninguna atención a las consecuencias, para actuar moralmente lo único que se requiere es que la actuación en concreto surja de un sentimiento de deber, y que al mismo tiempo, sea un imperativo categórico, esto es, que queramos que esa forma de actuar se convierta en una ley universal que todo el mundo debiera seguir. No es demasiado difícil encontrar contraejemplos en los que se puede poner en tela de juicio estas dos características del sistema ético de Kant, por ejemplo, el imperativo categórico tiene ciertos puntos débiles. Veamos como señalo esto Bertrand Russell(3):


Kant da como ejemplo de la acción del imperativo categórico lo ilícito de pedir dinero prestado, porque si todos nos propusiéramos hacerlo no habría ningún dinero que prestar. Del mismo modo podemos mostrar que el robo y el asesinato están condenados por el imperativo categórico. Mas hay algunos actos que Kant juzgaría, sin duda, ilícitos, pero que no puede demostrarse los sean conforme a sus principios: por ejemplo, el suicidio; sería totalmente posible que un melancólico deseara que todo el mundo se suicidara. Su máxima parece, en efecto, dar un criterio necesario de virtud, pero no un criterio suficiente. Para obtener un criterio suficiente, tendríamos que abandonar el punto de vista puramente formal de Kant y tener en cuenta los efectos de las acciones.

Como hemos visto, la posición de Kant no presta ninguna atención a las consecuencias de los actos,  y esto, más allá de lo señalado por Russell más arriba, también puede resultar problemático. Veámoslo con un experimento  mental.

Imagina que estamos ante un edificio en llamas, dentro hay gente atrapada, de pronto, vemos en una ventana una niña pidiendo auxilio, yo me veo en el deber de ir a rescatar a la niña, pero debido a mi falta de conocimiento y experiencia en estas situaciones, mi intervención tiene como consecuencia que entorpezco la labor de los bomberos y por ello mueren cuatro personas. Para Kant, al haber yo actuado movido por el deber estoy actuando moralmente, pero ¿podemos coincidir con él? Mi acto ha tenido como consecuencia la muerte de varias personas, ¿no debería este hecho influir a la hora de evaluar la moralidad del acto?

Como ya hemos visto, en esta y alguna otra entrada(5) el mundo de los superhéroes nos acerca a distintos sistemas éticos. Hasta el momento no hemos encontrado ningún sistema ético que esté libre de críticas y que no tenga sombras donde las dudas campan a sus anchas, aún así, se puede aprender algo, y es que en estos temas no debemos ser dogmáticos, pues es difícil encontrar el sistema ético perfecto.

Para pensar más:
(1) - Nick Furia: Todavía creo en los héroes
(2) - Captián América. El primer vengador.
(3) - Historia de la filosofía occidental. Tomo II de Bertrand Russell.
(4) - Philosophy the basics de Nigel Warburton
(5) - Batman vs Jason Todd. Choque entre sistemas éticos.
Immanuel Kant en la Standford Encyclopedia of Philosophy

10 comentarios:

  1. Gracias. Precisamente eso cae en 2ª de bachillerato y no lo entendía bien.

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    1. Hola Jesús, me alegro de que te haya sido útil. Y gracias a ti por leer el blog :)

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  2. Mi novio siempre dice que es incapaz de entender qué puñetas le veo al capitán América para que sea mi superhéroe preferido (sólo le iguala Doctor Extraño)... Acabas de resumir lo que he tratado de explicarle alguna que otra vez.
    Y ahora la pregunta del millón: las dos situaciones planteadas (depresivo y situación de riesgo) ¿no quedan invalidadas por lo excepcional y/o por falta de criterios? Hemos partido que para poder hablar de un imperativo categórico no puede haber circunstancias atenuantes, se debe dar sin tener en cuenta las consecuencias de los actos y querer que se convierta en ley. En el caso del suicidio, dudo que un suicida desee eso como imperativo categórico, sino que lo ve como salida a su situación. Además, probablemente en ese momento su criterio no estará en circunstancias normales, con lo que supongo que no se podría considerar como imperativo. Tal vez lo más cerca que esté el suicidio como imperativo fuera en Japón para limpiar el deshonor, o como forma de garantizar el éxito del resto de la sociedad, con los kamikazes. Pero era una forma de salvar el honor en determinadas circunstancias.

    En cuanto al incendio, todo el mundo creería que es heroico ir a rescatar a alguien atrapado en él... Excepto los que alguna vez hemos tenido que hacer algo así. Lo primero que se te enseña es que si no sabes y/o no estás capacitado, no vayas. Es mejor avisar a alguien que pueda hacerlo, o pedir refuerzos... Hay diferentes formas de actuar, pero lanzarse a lo loco no es la más indicada. El deber me exige hacer todo lo que pueda, y generalmente todo lo que puedo hacer es avisar de lo que veo y colaborar puntualmente. Y creo que esta idea es la que poco a poco se empieza a extender. Es decir, puede parecer muy heroico meterse en un incendio a rescatar a alguien, pero yo lo vería como una insensatez, a no ser que seas bombero. Lo cual no quiere decir que deniegue auxilio, probablemente busque una escalera para ayudar a bajar a la niña, avise a bomberos, o haga lo que esté en mi mano. O, pongo un ejemplo cercano: soy buzo de rescate. Si ahora en un paseo viera a alguien con problemas en el agua, tendría que evaluar antes la situación, puesto que no estoy en forma física y es probable que lo único que consiguiera es que nos ahogáramos dos personas en vez de una. En su lugar, a lo mejor es más efectivo llamar al 112, y garantizar una asistencia en condiciones. O buscar una cuerda.

    Bueno, de todas formas, creo que se nota que me gusta la idea de Kant... (¿sesgo a favor, tal vez?) Pero siempre me ha quedado la duda de si se puede considerar un imperativo categórico lo que alguien chiflado o sin criterios adecuados considere una obligación. Y si lo es, ¿entonces los villanos no se movería en cierta medida por lo mismo?

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  3. Hola Rackham the Red, en el caso del suicido has realizado un cambio de términos, una cosa es un depresivo y otro un suicida. Más allá de esto, el ejemplo se puede reformular de otra forma, por ejemplo, un ecólatra puede llegar a pensar que la humanidad debería desaparecer para así proteger el planeta. Por lo tanto, el suicidarse, para él debería ser una ley universal. Además, un imperativo categórico se debería cumplir siempre, independientemente de las circunstancias. Para Kant no se debe mentir nunca, para él eso es un imperativo categórico, por ejemplo, si en tu casa se esconde un niño que es perseguido por un pederasta y este llama a tú puerta preguntando si el niño está en la casa, tú no debes mentir, de hacerlo estarías actuando en contra del imperativo categórico.

    En cuanto al ejemplo del incendio, no importa si te lanzas a lo loco o no, para Kant sería una acción moral si actúas guiado por el deber, nada más, lo demás no entraría en la consideración de si estás actuando moralmente.

    La reflexión que planteas sobre los villanos me parece más que acertada, de hecho, sería un buen punto para hacer una entrada del blog. Me voy con deberes, voy a buscar algún villano que parezca actuar bajo las reglas de Kant. ¡¡¡Gracias!!!

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  4. :-) Me alegro de que te haya servido el comentario sobre un supervillano kantiano. Y respuesta entendida... Aunque no tengo por qué mentir al pederasta, simplemente le impido entrar en casa, y si se pone agresivo, habrá que hacerle un placaje a lo rugby. O como diría el propio Capitán América "aguantaría todo el día".

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  5. P.D.- Villano kantiano... ecoterrorismo... Me ha recordado a Batman y a Ra's al Ghul. Está muy obcecado con su deber... No sé si te servirá. Hay diferencias entre el de la peli y el de los cómics, pero por aportar una última idea.

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  6. Buenas, estoy leyendo V de Vendetta (sí, ya sé que estrictamente es más un héroe que un super-héroe) y no sé si es figuración mía, pero tiene cierto regusto kantiano en algunos momentos. Por la manera de tratar el tema de la libertad, sobre todo (la reivindicación de la autonomía, la felicidad a veces opuesta a la libertad, y la escena en la que Evey descubre su libertad después de haber estado dispuesta a morir antes de traicionar sus principios). ¿Daría para una nueva entrada? Ahí lo dejo.

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  7. Hola Ismael, te escribo para comentarte que me parece estupendo tu blog. Lo estoy utilizando en mis clases de ética y está gustando mucho. No dejes de inventar entradas. Es original y útil, creativo e interesante este blog. Especialmente para los que hemos sido lectores de cómics de superhéroes y ahora intentamos ejercer de profesores de filosofía. Un saludo! Dolors Alcántara Madrid (Barcelona)

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    1. Dolors, muchísimas gracias por tu comentario, procuraremos seguir al pie del cañón. Ya vamos cocinando la siguiente entrada del blog.

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