miércoles, 21 de marzo de 2012

¿Es el Capitán América un verdadero patriota?

El Capitán América probablemente sea el superhéroe menos entendido de todos, y es que el Capi tiene un serio problema, por uniforme lleva una bandera y esto hace que nuestros prejuicios se disparen nada más verle, asociándolo con un patriota descerebrado que únicamente le importa el bien de su país a cualquier precio. ¿Pero es esto realmente así? Los prejuicios no nos van a ayudar mucho a la hora de pensar racionalmente, así pues, apartemoslos y hagámonos la siguiente pregunta ¿es el Capitán América un verdadero patriota?

Para poder responder a esta pregunta deberíamos reflexionar sobre el patriotismo, para ello he acudido a la Standford Encyclopedia of Philosophy. Allí se presentan distintos tipos de patriotismo en función de su estatus moral. Y esto es lo que realmente nos importa, porque al asumir que el Capi es un patriota que sólo le importa su país estamos asumiendo que sólo tiene preocupaciones morales hacia su país y sus compatriotas. Voy a resumir tres de las posturas que aparecen en la Enciclopedia que nos van a ser útiles a la hora de averiguar que patriotismo practica el Capitán América.


Patriotismo extremo

El que mejor ha resumido este tipo de patriotismo ha sido Maquiavelo que en sus Diálogos llegó a escribir:
 Cuando la seguridad de tu propio país depende por completo de la decisión que hay que tomar, no se debe prestar atención a la justicia o a la injusticia, a la bondad o la crueldad, o si es encomiable o ignominioso
Es decir, el patriotismo extremo es un "con mi país ya esté en lo correcto o no", obviamente apoyar un país independientemente de si está haciendo lo correcto o no, lo justo o lo injusto etc. no puede ser éticamente permisible.

Patriotismo fuerte

En este caso no se trata de un apoyo ciego y total al país. En este caso el patriota puede no apoyar a su gobierno o las políticas de éste, si considera que se alejan de su nación concebida como el proyecto que se supone que tiene que ser su país.

El filósofo MacIntyre defiende este tipo de patriotismo como la piedra angular de la fuente de moralidad. Para MacIntyre la moralidad siempre es la moralidad de una determinada comunidad, sólo podemos ser y crecer como agentes morales dentro de la comunidad, de ahí que debamos tener ese apego, apoyo etc. a la comunidad.

En principio este patriotismo fuerte parece perder el carácter irracional que tiene el patriotismo extremo, no obstante siguen surgiendo inconvenientes y dificultades. Entender el país como un proyecto ¿el proyecto de quien? ¿Quién define ese proyecto? En cuanto a la necesidad de la comunidad para poder ser un agente moral, aunque fuera cierto, no implica una justificación del patriotismo como fuente para el comportamiento moral. Esa comunidad bien podría ser, tu familia, o tu iglesia etc. no tiene porque ser necesariamente tu país.

No obstante, el patriotismo fuerte sigue presentando un componente ciertamente irracional. Según MacIntyre sigue habiendo intereses del país que deben estar más allá del escrutinio crítico. Por lo tanto, aunque en un principio se admite la crítica, al mismo tiempo se afirma que para determinados intereses del país la crítica o disentimiento no son permisibles. Por ejemplo, MacIntyre llega a decir que se debería apoyar los proyectos del país a pesar de que vayan en detrimento de la humanidad, siempre y cuando al mismo tiempo esos proyectos sean lo mejor para el país. Así pues, este patriotismo va en contra de principios como la justicia universal o la solidaridad humana, lo cual éticamente lo sitúa junto al patriotismo extremo.



Estos dos tipos de patriotismo son ciertamente peligrosos y fuente de conflictos. El filosofo Bertrand Russell reflexionó sobre estos patriotismos aunque él no los etiquetó como lo hemos hecho nosotros. Russell llegaba a relacionar la existencia de este patriotismo con el adoctrinamiento que se hace a través de la educación.

Las raíces del sentimiento patriótico son en parte geográficas, y en parte biológicas. Pero este sentimiento primitivo no es, en sí mismo, político o económico. Es un sentimiento hacia el propio país, no contra otros países. Sin embargo, es difícil encontrarlo en su forma primitiva, excepto quizás entre los que viven en un medio rural y apenas han viajado. El hombre de las ciudades, que cambia frecuentemente de domicilio y que no posee ni un palmo de tierra que pueda considerar suyo, siente menos ese primitivo patriotismo que el terrateniente o el campesino. En cambio, el hombre urbano tiene un sentimiento muy artificial, producto en gran parte de su educación y de los periódicos que lee, y casi siempre nefasto. Este sentimiento no tiene tanto que ver con el amor hacia su tierra y sus compatriotas como con el odio hacia los extranjeros y con el deseo de apoderarse de sus países.[...] 
Consideremos, por ejemplo, la veneración de la bandera. La bandera es el símbolo de la capacidad marcial de la nación. Evoca batallas, guerras, conquistas y actos heroicos. A un inglés la bandera británica le sugiere Nelson y Trafalgar, no Shakespeare, Newton o Darwin.[...]
En todo el mundo occidental los niños aprenden que la mayor lealtad es la que deben la Estado del que son ciudadanos, y que es su deber hacia el Estado actuar según las instrucciones del gobierno. Y a fin de que no puedan cuestionar esta doctrina, se les enseña falsa historia, falsa política, falsa economía. Se les informa de los delitos que cometen otros Estados, pero no de los que comete el suyo propio. Se les induce a pensar que todas las guerras en las que ha participado su país han sido defensivas, mientras que las guerras en la que participan otros países son guerras de agresión. Se les enseña a creer que cuando, por alguna circunstancia, su país conquistó un país extranjero, lo hizo para llevar la civilización, la luz del evangelio, la moralidad, la ley, o cualquier otra cosa noble.



Si en una entrada anterior veíamos como la educación debe ser el instrumento para alcanzar la ilustración, aquí Russell nos advierte del lado oscuro de la misma. La educación puede usarse como una herramienta de adoctrinamiento y convertirse en algo tremendamente peligroso.

Patriotismo moderado

El patriotismo moderado es la postura que defienden Nathanson y Baron. Este patriotismo es distinto a los dos anteriores. El patriota en este caso no tiene porque apoyar a su país bajo cualquier circunstancia y por cualquier medio. Por ejemplo, un patriota moderado ira a la guerra por su país pero sí y sólo sí la guerra es justa. En cambio un patriota extremo o de patriotismo fuerte iría la guerra sin importar si la guerra es justa o no siempre y cuando sea algo que beneficia a su país.

Otra diferencia es que el patriotismo moderado, como todo patriotismo su principal preocupación es su país y sus compatriotas. Pero esto no impide que también se pueda mostrar preocupación e interés por los habitantes de otros países, incluso en determinadas circunstancias se puede poner por delante la preocupación por los seres humanos en general antes que la preocupación por tu país y tus compatriotas.

Por ultimo, este patriotismo no es irracional y acrítico, más bien al contrario para apoyar el país no es suficiente con que sea tu país. El país debe demostrar que se merece ese apoyo y si en algún momento deja de merecerlo entonces se dejará de apoyar, es decir, no se busca un amor incondicional al país como en los casos anteriores, sino que más bien es un apoyo supeditado a un análisis crítico de lo que implica apoyar dicho país, si dicho apoyo va en contra de los ciudadanos del propio país, o de la justicia universal, o en contra de los ciudadanos de otros lugares o incluso contra la humanidad, entonces el país pierde automáticamente el apoyo del patriota.



La verdad es que nos podríamos llegar a plantear si el patriotismo moderado es realmente patriotismo después de todo. Pero nuestra cuestión central es ver donde se sitúa el Capitán América en este espectro de patriotismo. Para ello tendremos que ver algunas de las decisiones y acciones que ha llevado acabo a lo largo de su vida. De hecho, deberíamos buscar si el Capi apoya su país a cualquier precio o por el contrario eso es algo que no está dispuesto a hacer.

A lo largo de su vida el Capi ha descubierto que su país no tiene porque ser o cumplir con aquello que él representa, en varias ocasiones el Capitán se ha opuesto a su país he incluso lo ha combatido.

Ya en sus inicios, cuando Steven Rogers enfundado en su traje combatía en la segunda guerra mundial no le temblaba la mano en desobedecer ordenes. Si él consideraba que tenía que rescatar a un grupo de prisioneros o salvar a algún pueblo, y sus superiores se lo prohibían no dudaba en desobedecerles, es decir, desobedecía al máximo representante de su país allí donde él se encontraba. Y esto es solo el principio. En una de sus aventuras el Capi descubre que uno de los cargos más importantes del gobierno es el líder de una organización criminal, cuando el caso sale a la luz, éste dirigente se suicida y el gobierno encubre todo el afer usando un doble, el Capi, desilusionado por la corrupción del gobierno decide colgar su traje de barras y estrellas y pasa a adoptar el papel del Nomada, el hombre sin patria. Más adelante Steve Rogers decide volver a vestir las barras y estrellas, pero lo hace dejando claro que será el “Centinela de la libertad” no un ejecutor del gobierno, será le defensor de unas ideas y si su país va en contra de esas ideas de igualdad y libertad que él defiende, entonces su país tendrá enfrente al Capitán América.

Más recientemente hemos podido presenciar como el Capi se oponía a su país. En el crossover CivilWar el Capi se opone a las políticas del gobierno de EEUU, el cual está encarcelando sin juicio a multitud de superhéores por no querer revelar su identidad y trabajar para el gobierno. El Capitán se opone al gobierno y eso le lleva a enfrentarse a amigos suyos como Ironman. El conflicto se acaba convirtiendo en una guerra civil entre superhéroes, unos que apoyan al gobierno y otros que se oponen a él.  El Capitán llega a temer que el país se esté convirtiendo en una dictadura. Su disidencia en este asunto llegaría a costarle la vida.

Así pues el Capitán lucha por unas ideas de libertad, igualdad y justicia, y lo hace en todo el mundo y para todo el mundo. En multitud de ocasiones ha participado defendiendo dichas ideas en guerras para proteger al planeta entero. Si su país las defiende estupendo, si no lo hace, él no se va a plegar a los designios de su país, no va a sacrificar vidas de inocentes por el bien de su país, la justicia y la libertad para él son bienes universales que su país debería cumplir, entonces él orgulloso representará a su país cuando así sea. Pero si su país atenta contra esos bienes universales, entonces, no dudará en plantar cara y luchar contra su propio país o aquellos que atenten contra dichas ideas.

Por lo tanto, el Capitán América es un patriota pero es un patriota moderado y no esa versión de patriotismo fuerte o extremo que nos viene a la cabeza cuando le vemos enfundado en su traje de barras y estrellas, no dejemos que nuestros prejuicios nos nublen el juicio.

Para saber más:
-Standford Encyclopedia of Philosophy: Patriotism 

8 comentarios:

  1. Sigue los mismos ideales de igualdad, justicia y libertad que otros tantos superheroes. Por lo que deducimos que el Capitan América se llama de esta forma, como una especie de propaganda a los valores que quieren ensalzar en su bandera o al tan nombrado "sueño americano".
    Esto siempre hará que las personas pro-americanas extremas le vean como un gran heroe de comic y los contra-americanos extremos lo vean como un simple producto de marketing.

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  2. No sé yo si en el crossover de Civilwar los pro-americanos(y eso ¿qué es exactamente?) le van a ver como un héore.

    No obstante, es obvio que el personaje se creo como un producto de marketing pero diversos autores han sabido llevarlo más allá. Es un personaje ciertamente interesante.

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  3. Los pro-americanos son los que defienden todo lo que haga Estados Unidos sin ser objetivos, como los fanaticos seguidores de un equipo de futbol que haga lo que haga su equipo está bien. En mi trabajo hay una persona así.

    Sobre si le verian como un heroe en el crossover de Civilwar... siempre se puede justificar diciendo que en esa etapa se les fue de las manos a los dibujantes/guionistas. No creo que sea la primera vez que oigamos justificar cosas de cualquier forma.

    De todas maneras, estaba hablando de unos casos extremos de seguidores del Capitan América, luego estamos los seguidores normalitos... ja, ja, ja.

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  4. Estoy con Ismael, yo también creo (sin tener mucha idea) que, aunque tal vez fuera creado como elemento propagandístico en la 2º Guerra Mundial, ha habido autores que han sabido darle una dimensión superior.
    Me ha gustado mucho, porque conforme iba leyendo me surgían dudas que cuando bajaba un poco más estaban resueltas. Sinceramente, me cuestiono que el patriotismo moderado se pueda llamar patriotismo, porque realmente no beneficias a tu país más que a cualquier otro mientras sus causas coincidan con tus ideales. Podría llamarse simplemente idealismo.

    Es lo primero que leo del blog, pero me parece que me haré habitual.

    P.D: ahora que me acuerdo, hace tiempo escribí un post sobre filosofía en la ficción, porque me encantan estos temas, realmente es poco más que una introducción superficial, pero bueno, aquí lo dejo ;) http://jindetres.blogspot.com.es/2011/04/filosofia-de-capa-y-espada-etica-en-la.html

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  5. Hola Pablunchu, me alegro que te guste el blog y espero verte más por aquí.

    Me he pasado por tu entrada, me ha gustado, sobre todo eso de que Platón y Descartes es para los "mayores" que hay que buscar formas alternativas de hacercar la filosofía a los jovenes. Me parece un gran acierto.

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  6. En este magnífico post sacas a escena, a mi parecer, una de las taras comunes a toda la especie, que los “Superfilosofos” habrán de tener muy en cuenta a la hora realizar la noble y necesaria tarea de dotarnos una Ética universalista. No tenemos aun una clara conciencia de especie y nos definiríamos mejor como “Homo tribalis”, en lugar de “Homo sapiens”, como tan vanidosamente nos hemos autodenominado. Cuando tu hablas de patriotismo yo entiendo tribalidad, un carácter muy marcado en nuestra especie, quizás incluso genéticamente, que suele aparecer muy claramente definida en casi todas las grandes catástrofes que hemos provocado y padecido. Solidaridad hasta la muerte con los nuestros, sumisión a los lideres, enaltecimiento de los mitos y símbolos, afición por los ritos, uniformidad, identificación clara y despectiva de los otros y deshumanización de los mismos, etc.
    Particularmente, solo a nivel especulativo, pienso que no es el “Homo sapiens” el que sale de África sino el “Homo tribalis”. Que la ventaja que tiene sobre sus coetáneos es una más eficiente organización tribal, conformada evolutivamente desde mucho antes en un entorno de competencia de los grupos, que no de los individuos, por los mejores recursos. Que esta buena y eficiente organización tribal esta claramente contrastada en el neolítico, así como las luchas de estas tribus ya pueblos, culturas, etc., por los mejores recursos, en tiempos históricos, “con luz y taquígrafos”. Es muy posible que no haya diferencias significativas entre los cerebros actuales y los del “Homo tribalis” del Neolítico, siguen aun entre nosotros tribus de cazadores recolectores con culturas básicamente neolíticas y todo parece indicar que los cerebros de sus bebes no difieren en nada de los cerebros de los bebes de yuppies neoyorquinos.
    También me parece muy evidente que prácticamente todos nuestros cerebros están, repito, puede que incluso genéticamente, marcados de tribalidad. Tribalidad que vemos emanar en casi todos los aspectos de nuestra existencia, tanto inocentemente lúdica, como cruelmente devastadora.
    Es esta tribalidad, probablemente gran responsable de que hayamos evolucionado hasta lo que actualmente somos, tanto como especie biológica, como cultural y tecnológicamente, puede que también llegue a ser la responsable de que dejemos de ser; sino por ella misma, por ser manipulada y utilizada por obscuros e irracionales intereses de posesión y dominio, ya que en cuanto empiezan a sonar tambores e himnos, a levantarse símbolos y estandartes, y a enaltecerse mitos y ritos, empezamos a delegar nuestro raciocinio y conciencia en los designios de la tribu.
    Grandes superpoderes, sobretodo de divulgación y convicción, necesitarán los “Superfilosofos”

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  7. Hola Pocosé, pues estoy muy de acuerdo con lo que dices. Creo que esos rasgos de tribalismo a los que haces referencia los tenemos muy fijos en nuestros cerebros. No es de extrañar, no somos más que otra especie de primate, es decir, animales sociales. El sentimiento de grupo, ha sido necesario a lo largo de la existencia de los homínidos, necesario en el sentido de que nos daba una ventaja evolutiva. Pero como bien indicas, es posible que esas características que en el pasado ayudaron hoy en día pueden ser o puedan convertirse en un serio problema.

    Tu referencia al neolítico me parece clave, en ese período de tiempo es cuando dejamos de ser nómadas para volvernos sedentarios, principalmente gracias al desarrollo de la agricultura. Esto nos dio unas ventajas pero también trajo unos efectos colaterales, el sentimiento de esta tierra me pertenece y yo pertenezco a esta tierra.

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  8. 1. Snowden, me parece, es el emblemático Capitán América. Para salvar los ideales de su país, estuvo dispuesto a desobedecer a su gobierno. Snowden no es anti-americano, es más bien el emblemático patriota virtuoso.
    2. No conocía mucho sobre el Capitán América. Siempre pensé que era una versión propagandística de patriotismo al estlo "mi país, para bien o para mal"; al menos, así siempre lo he visto en el cine.

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