jueves, 26 de julio de 2012

El Doctor Connors y el conocimiento como límite de la bioética


En la última entrada1 dejamos pendiente la relación entre el conocimiento y los principios de la bioética que rigen la investigación con humanos. Para acercarnos a este tema, como ya dije, necesitamos al Doctor Connors. Connors es un científico notable que acaba convirtiéndose en el Lagarto, uno de los enemigos más temibles de Spiderman.

Lo que viene a continuación es como Connors acaba convirtiéndose en el Lagarto, según se cuenta en la película The Amazing Spiderman2, vamos que es un pequeño spoiler, avisados estáis.


Connors está investigando una nueva terapia genética que puede dar unos beneficios inimaginables para los humanos. Podría curar multitud de dolencias incurables hasta la fecha. Con la ayuda de Peter Parker consigue que la terapia funcione sobre una rata de laboratorio, gracias al joven Parker, Connors está un poco más cerca de conseguir un logro sin precedentes. Cuando todavía no ha tenido tiempo de asumir el importante paso que acaba de dar, la empresa para la que trabaja le presiona para que inicie las pruebas en humanos. Connors se niega ya que no considera que la investigación se pueda llevar a ese punto por el momento, no obstante, la presión de la empresa le afecta y al final decide dar un temeroso paso, no realizará las pruebas con otros seres humanos, sino que las llevará acabo sobre sí mismo.

En un primer vistazo, parece que Connors está actuando de forma ética, pero si repasamos los principios básicos de la bioética, vamos a encontrar que no es así. Recordemos lo que dicen dichos principios:
Autonomía: en respetar la persona, la cual debe ser la que tiene que dar un consentimiento informado.
Beneficencia: se debe promover el bien y plantear las mejores alternativas ya sea en la práctica clínica o en la investigación.
No maleficiencia: podemos resumirlo como que no exista duda razonable sobre la relación riesgo/beneficio para los implicados en la investigación.
El primero de todos es el de autonomía, consiste en que la persona debe dar su consentimiento informado a formar parte del estudio. En principio parece que Connors cumple con ese principio, pero surgen algunas dudas. El consentimiento debe ser informado y esa es la clave. Connors no tiene la información pertinente sobre los efectos secundarios, ni siquiera tiene la información necesaria para saber la probabilidad de éxito de la prueba, Connors “da su consentimiento” pero es más bien un consentimiento desinformado que informado. Es cierto que no se engaña a sí mismo ya que él sabe lo desinformado que está sobre multitud de aspectos sobre el nuevo tratamiento. Connors decide someterse al tratamiento, se puede decir que da su consentimiento, pero de haber estado informado sobre los efectos del mismo, ¿habría decidido probar el tratamiento en sí mismo de haber conocido los efectos? Todo parece indicar que no.

El segundo principio, el de beneficencia, es claramente violado por Connors, ya que no sabe si su nueva terapia va a promover el bien o no. Como más tarde se ve, el resultado es completamente nefasto. Connors se convierte en el Lagarto, su personalidad queda anulada y se convierte en un supervillano que Spiderman tendrá que intentar detener por todos los medios.

El tercer y último punto, el de no maleficencia, consiste en que no exista una duda razonable sobre la relación de riesgo/beneficio. Aquí, una vez más, Connors no cumple con el principio. No es que no tenga una duda razonable, es que tiene todas las dudas del mundo, no posee todavía el conocimiento necesario para conocer la relación riesgo/beneficio.

Como se puede observar el problema de Connors es que sabe muy poco acerca de su nuevo tratamiento y de cómo va a afectar éste a un ser humano. Connors toma una decisión que a pesar de su apariencia no es ética, y no es ética porque Connors no sabe lo suficiente, aquí es donde aparece el nexo de unión entre la bioética, o la ética en general, y el conocimiento. Llegados a este punto surgen ciertas preguntas ¿se pueden tomar decisiones éticas sin estar informado? ¿El hecho de tener el conocimiento necesario es suficiente para que nuestras decisiones sean éticas?

A la primera pregunta se puede contestar afirmativamente, es decir, a pesar de no poseer el concomiendo necesario se puede tomar la decisión correcta desde un punto de vista ético, es decir, podemos tomar la decisión correcta simplemente por las razones incorrectas, o por azar. En cuanto a la segunda pregunta, la respuesta es no. Por ejemplo, si Connors hubiera sabido que se iba a convertir en el Lagarto y al mismo tiempo tuviera ansias de poder, es más que probablemente que hubiera decidido aplicarse el tratamiento, por lo tanto, el tener conocimiento no va a impedir que podamos tomar decisiones dudosas o equivocadas desde el punto de vista ético.

En el caso de que tengamos buenas intenciones, tener el conocimiento nos ayudará, y mucho, a la hora de tomar la decisión acertada. Siempre será más probable acertar si tenemos conocimiento que intentar acertar al azar. En el caso de que tengamos malas intenciones, como por ejemplo, la dominación mundial, o el someter a nuestra voluntad a determinada persona o personas, entonces nuestra decisión no es ética independientemente del conocimiento, pues haremos cualquier cosa, ya sea ética o no, para alcanzar nuestros objetivos, que ya de por sí no son éticos.

Así pues, si podemos clasificar a los humanos como aquellos que tienen buenas y malas intenciones, el conocimiento ayudará a que los primeros tomen las decisiones correctas, para los segundos no cambiará nada. Por lo tanto, el conocimiento nos ayudará a hacer de éste, un mundo mejor, dicho de otra forma, siempre será mejor tener el conocimiento que no tenerlo.

Para pensar más:
-(1) El Coronel Stryker y los principios de la investigación con humanos
-(2) The Amazing Spiderman
-Bioética. Principios, desafíos, debates

2 comentarios:

  1. Como Connors se adentra en un experimiento cuyos resultados son totalemente desconocidos, sí podemos indicar que efectivamente actua de forma ética. Nadie más que él tiene toda la información existente y aún así sigue adelante.

    Sin embargo, yo me pregunto porqué al convertirse en Lagarto se potencia su lado maligno y anula su personalidad, ¿es simplemente otro efecto secundario e independiente de dicho experimento?

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